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ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA ENSEÑANZA DEL INGLÉS EN EL NIVEL C1 DE LAS EEOOII (Manuel González)

La enseñanza en los niveles C de la Escuela Oficial de Idiomas supone un reto para el profesorado ya que implica un alto nivel de exigencia profesional. En primer lugar, los profesores deben poseer un alto nivel de conocimiento del idioma que imparten, obviamente. Además, deben poseer un repertorio de actividades y técnicas que consigan motivar a un alumnado que lleva ya muchos años aprendiendo el idioma y que no se conforma con cualquier cosa. Buena parte del alumnado de C1 y C2 son profesores de inglés, principalmente de secundaria, por lo que cuando un profesor de EOI se pone a impartir clase en estos niveles, uno se pregunta: ¿qué les puedo enseñar? ¿cómo consigo que estén motivados? En la actualidad los profesores que enseñan estos niveles no reciben ninguna compensación, ni económica ni laboral, reflejada en su horario. Cuando uno se lanza voluntariamente a impartir un nivel avanzado sabe que le esperan horas y horas de preparación, también de corrección de trabajos, y de exposición ante un público bastante conocedor del idioma. Por otra parte, se trata de una experiencia enriquecedora porque nos va a ayudar a mantenernos al día con el inglés y vamos a estar en contacto con personas que poseen hábitos de estudio muy reforzados. A lo largo de mi carrera enseñando inglés en la EOI de Albacete he observado ciertas peculiaridades a la hora de afrontar la enseñanza en los niveles más avanzados. Podría resumirlo en los siguientes puntos.

1. Autonomía del alumnado. Es seguramente el factor más importante a tener en cuenta. A diferencia de otros niveles, aquí el profesor es una fuente más de información para los alumnos, ni mucho menos la principal. Algunos alumnos ofrecen resistencia y son poco receptivos a realizar las tareas propuestas por el profesor porque ellos llevan años aprendiendo y tienen hábitos muy consolidados. En este sentido, el profesor debe ser consciente de que muchas de sus sugerencias en cuanto a recursos, por ejemplo, van a caer en saco roto. Sin embargo, el hecho de fomentar su autonomía va a tener a la larga más ventajas que desventajas, por lo que el profesor debería adoptar una postura humilde y no imponer, sino más bien aconsejar.

2. Pronunciación. En este nivel los alumnos son capaces de realizar tareas complejas, pero a veces les falla la pronunciación de sonidos básicos. Objetivo número 1: atajar esos problemas de sonidos que a los hablantes de español les cuesta dominar. En segundo lugar, debemos practicar las formas débiles y el acento y ritmo de las frases. Esto es esencial para sonar más natural y para entender mejor a otros hablantes. Si falla este aspecto, podrán tener unas estructuras y vocabulario avanzados, pero no sonarán como tales.

3. Vocabulario. El enfoque de las clases debe ser léxico en lugar de gramatical. Es fundamental que dominen el vocabulario de múltiples temas y no solo como palabras aisladas sino en “phrases” o combinaciones con otras palabras con las que aparecen en las situaciones reales, lo que se denomina “collocations”. Tampoco olvidemos los “phrasal verbs” cuyo conocimiento suele quedarse en pasivo y que resulta complicado que utilicen de manera natural. En la clase el profesor debe idear situaciones en las que los alumnos se vean obligados a usar ese vocabulario y procurar no darles listas sin ninguna finalidad.

4. Preparación del profesorado. Por una parte, los alumnos deben tener un alto grado de independencia o autonomía con respecto al profesor, pero nosotros somos una guía de referencia y tenemos que estar preparados. Conocer el vocabulario del inglés contemporáneo o seguir las noticias de países anglosajones para conocer mejor su realidad son puntos fundamentales si queremos tener credibilidad ante el alumnado. Esto no significa que tengamos que saberlo todo. Es importante reconocer cuándo no sabemos algo y agradecer cualquier aportación por parte de los alumnos.

5. El libro de texto. Es importante llevar un libro de texto en todos los niveles, pero en los avanzados muchas veces es complicado dar con uno que se acomode a nuestro currículo y a las necesidades concretas de nuestros alumnos. Nunca encontraremos el libro de texto perfecto para niveles avanzados, pero es importante elegir uno con temas atractivos y centrado en un enfoque léxico. Es esencial que tenga apartados específicos para que los alumnos desarrollen las destrezas de hablar y escribir, y que recoja en la mayor medida posible los aspectos presentados aquí.

6. Clubes de lectura. Es una actividad que suele resultar muy satisfactoria porque leer novelas es indudablemente una fuente de vocabulario y estructuras, lo cual resulta imprescindible en estos niveles sobre todo para afianzar el idioma ya aprendido. Aporta un sentido social y grupal, fuente de motivación para los alumnos. Deberíamos seleccionar una novela actual, que utilice un vocabulario contemporáneo. Podemos sustituir la lectura de una novela con el visionado de una serie de TV.

7. Inglés coloquial. El alumnado que no ha vivido en algún país anglosajón y conoce el inglés de clase solamente, tiene carencias en cuanto al lenguaje coloquial. Tener un nivel avanzado no significa solamente ser capaz de hacer un ensayo crítico sobre un tema muy sesudo, sino saber responder en situaciones informales y coloquiales. El profesor debería presentar este vocabulario y peculiaridades de la pronunciación, puesto que los alumnos deben ser capaces de dominar distintos registros del idioma.

8. Nuevas tecnologías. Resultan imprescindibles para que los alumnos accedan a la mayor cantidad de input posible. Pero ¿qué puede hacer el profesor con ellas? Podemos recomendarles páginas web o apps específicas con recursos, facilitar el envío de grabaciones por medio de archivos de audio o vídeo para darles un feedback individualizado y crear un espacio virtual para la clase donde tengan materiales y noticias sobre el curso. En todo caso, la tecnología es más un instrumento valioso, pero necesita algún tipo de filtro o selección, el cual lo pondrán tanto el profesor como los propios usuarios.

9. Exposición a diferentes acentos. Uno de los problemas fundamentales que afrontan los hablantes del español cuando aprenden inglés es la dificultad en entender bien a hablantes nativos y no nativos. La mayor parte de los libros de texto proceden del Reino Unido y por tanto debemos procurar proporcionarles exposición a otros acentos, principalmente el americano. Cualquier material de escucha puede resultar enriquecedor, pero es mucho más útil si lo acompañamos de algún tipo de tarea.

10. Motivación intrínseca. Sabemos que buena parte del alumnado buscar obtener un título que le pueda facilitar algún logro profesional, por lo que estudiar inglés se convierte en algo instrumental. Nosotros debemos esforzarnos en que esa motivación extrínseca se convierta en intrínseca, es decir, que encuentre placer aprendiendo y participando en las actividades de clase. Para ello, debemos centrarnos en aspectos que no puedan resolver por sí mismos y crear un ambiente en el que la pertenencia al grupo les haga sentir cómodos y por tanto más receptivos.

Es importante que, en estos niveles, los alumnos sientan que son algo más que alumnos pasivos, hay que hacerles participar de forma activa, de manera que vean que sus aportaciones son importantes para el resto de los alumnos de la clase y para el profesor, pues no solamente aprenden ellos, el profesor también se enriquece con sus aportaciones.




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